Dramatismo en su máxima expresión fue lo que se vivió en el séptimo juego de la Serie Mundial entre los Indios de Cleveland y los Cachorros de Chicago, equipo del cual el ex WWE, CM Punk, es fanático declarado.
Sin embargo, la victoria para los Cachorros, después de 108 años de no ser campeones, le salió muy cara al llamado «Best in the World», pues según pudo corroborar nuestro corresponsal Alvin Chipmunkssen, esto fue lo que estuvo detrás del asunto:
“El señor Punk pertenece a la Antigua Sociedad Secreta de los Chicagueros”, declaró un informante anónimo. “Allí, hace unos meses, se ofreció en holocausto para ser inmolado con tal de que terminara la maldición de la cabra”.
De acuerdo a nuestra fuente, los Chicagueros consideraron que no era necesario quemar vivo a Punk, al menos este año, así que todo quedó en una humillante golpiza en un evento de UFC.
Todavía destartalado por esa golpiza, Punk pudo ver cómo su equipo lograba la victoria, aunque desde la novena entrada tuvo que presenciar todo desde el hospital.
“Cuando los Indios empataron el juego con el rally de tres carreras en la octava entrada, a Punk le dio el tramafat, y ya se imaginaba siendo cocinado a fuego lento para el 2017”, agregó nuestra fuente.
Entonces se encomendó a San Filogonio Peregrino, Santo Patrono de las Causas Desesperadas y Abatidas, diciéndole: «Si es necesario que me retire de toda contienda deportiva en este planeta, con tal de que los Cachorros ganen, lo hago, pero por favor, que no pierdan. ¡No hoy, no ahora, no así! ¡No, por favor, noooooooo!…»
Así que la victoria de los Cachorros se debió al sacrificio de un fanático desinteresado, pero eso a la ciudad de los vientos no le importa en lo más mínimo.
Los Cachorros de Chicago son ahora The Best in the World.