El presidente de México, Enrique Peña Nieto, adelantó su mensaje de año nuevo para que no fuera confundido con broma del día de los santos inocentes, pues incluyó una propuesta que ha causado asombro, estupor, incredulidad, conmoción, sobresalto y un poco de escalofrío.
“¡Hay que saltarnos el 2018! Esta propuesta yo sé que algunos dirán que es un poco radical, pero tiene sentido. Tanto que se quejan de todo lo que gasta México en las elecciones, y lo que propongo haría que ahorremos todo ese dinero, pues no tendríamos año electoral”.
Peña Nieto aclaró que no dice que literalmente nos saltemos el 2018 y empezar 2019, sino sólo cancelar el proceso electoral y que la mayoría de los puestos de elección popular los sigan detentando los actuales servidores públicos.
“El Congreso puede renovarse en 2021, cuando ya estemos más tranquilos, con la cabeza más fría. Sólo cambiaríamos de presidente, porque ya me quiero tomar vacaciones”.
Para designar al próximo presidente, Peña Nieto dijo que no se recurrirán a encuestas:
“Lo mejor sería apelar al principio de ‘no nos hágamos tarugos’, porque todos saben que va a ganar el ciudadano Meade”.
Muchos reporteros dijeron que López Obrador es líder en todas las encuestas, pero Peña Nieto afirmó que eso no significaba nada: “Si yo para ganar me gasté en la campaña 14 veces más dinero de lo que legalmente podía, ¿a poco creen que con el ciudadano Meade no nos gastaremos 28 veces más?”.
La diferencia, dijo, es que si nos saltamos el proceso, «el ahorro para la nación será de miles de millones de pesos».
Lo pior es que tiene razón.