La Organización Internacional de Alpinistas decidió integrar a la cuesta de enero mexicana dentro de la llamada Lista Kosciuszko, que incluye a los siete picos más altos y difíciles de escalar del mundo, substituyendo al Monte McKinley, que era considerado el más complicado de América del Norte.
Para poder completar el reto, escaladores de todo el mundo han decidido venir a la Ciudad de México con únicamente el dinero que les quedó después de las fiestas, e intentarán sobrevivir con esa cantidad hasta el 2 de febrero.
Si bien algunas organizaciones han puesto en duda la lógica de la decisión —pues aseguran que la cuesta de enero no se trata realmente de una montaña—los calificadores hicieron notar que tiene todas las características para formar parte de este deporte, es decir, para lograr llegar a la cima, se requiere:
- Habilidad para afianzarse de los puntos más pequeños.
- Usar toda la fuerza física para sostenerse.
- Mantener la respiración en situaciones en donde falta el aire.
- Y todo ellos con una cantidad de material y suministros muy limitada.
Por lo pronto, es muy probable que los que puedan llegar al final de la cuesta tengan un lugar especial entre la élite de los alpinistas.