Enrique Ochoa Reza fue el Presidente del PRI y el principal responsable de que la candidatura de José Antonio Meade no despegara. Por ello, su salida era inminente, así que su lugar fue ocupado por René Juárez, un ex gobernador acusado de todo menos de echar a perder la candidatura de Meade.
La vida no será fácil para Ochoa Reza, pues como cobraba por honorarios, no tenía prestaciones laborales, y como lo despidieron pasados dos días del mes, él debe ahora aproximadamente como 4500 pesos al PRI.
Sus más cercanos colaboradores dicen que se le ha visto tramitando el seguro de desempleo en la Ciudad de México, y ha tenido que ir con toda su familia a los comedores comunitarios, por donde con 10 pesos le dan sopa, guisado, frijoles y una jarra de agua.
Dice que no se animará a formar su propio partido, porque para ello, necesitaría entender cómo funciona un partido. Es momento para pensar en el futuro, pues tiene una familia que mantener, pero después de ser el líder nacional del PRI, en todas las empresas donde manda su currículum lo ven como un delincuente.
Le ofrecieron empleo de valet parking, pero no sabe manejar. Tampoco puede ser velador, porque no supo cuidar al electorado de su partido.
Los de la Ruta 1 del transporte público concesionado, que va de Oceanía al Panteón San Isidro, le han ofrecido trabajo como despachador, pues si se despachó al PRI, puede despachar lo que sea.
Así será la vida de Ochoa Reza después del PRI.