Por si el impuesto a las gasolinas no fuera lo suficientemente catastrófico, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha anunciado un nuevo impuesto, esta vez a los tacos.
Entre las alzas están las de los tacos de carnitas, que estarán gravados con el 10%; los de suadero con el 17%: los de guisado con 12%; los de pastor con el 21.5%; los de longaniza con el 15%, mientras que los de nana, buche y nenepil con el 45%.
Ante esta situación, la ciudadanía ha reaccionado de manera más violenta que con el gasolinazo: “La base de mi alimentación son los tacos de 5 x 10 de afuera del metro Tacuba”, nos dijo el señor Víctor Lugo. “¿Ahora qué voy a hacer? Con mi sueldo no me alcanza para otra cosa”.
La señora Elpidia Urugartechea, vendedora de tacos de cabeza, afirmó que el impuesto es catastrófico: “Ya hice cuentas, y con los impuestos que me cobrarán, tendré que pagar a Hacienda 200 pesos de cada 100 que venda. ¿Así cómo?”.
Los integrantes de la Sociedad Mexicana de Comedores de Tacos (Somecota) fueron más allá, al hacer un llamado a la población para tomar las armas: “Que el gobierno suba las gasolinas, pasa. Que empeñe el país, pasa. Que quiera hacer un tratado de libre comercio con el Estado Islámico, pasa… ¡Pero subir el precio a los tacos es algo que atenta contra nuestra dignidad nacional! ¡¡Viva la Revolución del Taco!!”.
Hasta el momento, varias gavillas de insurrectos se han apostado en las principales zonas de venta de tacos de la república, dispuestos a enfrentar a las fuerzas federales.
“Esperamos que gran parte del ejército mexicano se ponga de nuestro lado antes de avanzar hacia Palacio Nacional”, declaró el coronel taquerista Rogaciano Carranza, quien esta mañana ocupó con su grupo armado el mercado Martínez de la Torre.
Varios analistas creen que, ante esta situación, el gobierno se echará para atrás en el pretendido impuesto a las tortas.