Australia estudia medidas anti-gatos para proteger a la fauna local

Australia se ha visto involucrada en polémicos actos en pro y en contra de la fauna de su país, desde ‘la guerra del emú’ en 1932 hasta su más reciente gesto de sacrificar una solitaria paloma mensajera llegada de EEUU por no usar cubrebocas o algo así. En esta ocasión, el primer ministro australiano, Scott Morrison ha decidido emprender una campaña contra los gatos, conocidos por cazar todo lo que se mueve.

El primer ministro dio una rueda de prensa donde aclaró sus intenciones: “Los gatos se están volviendo un serio problema en Australia. Cazan roedores, aves e insectos que sirven de alimento para nuestros roedores, aves e insectos. Además son horripilantes y asustan a los niños pequeños».

Gatitos

Alarmado, el mandatario dijo haber visto recientemente una escena espeluznante: «El otro día vi un grupo de arañas gigantes atacar un canguro. Se lo comieron todito. Y eso fue porque los gatos se habían acabado todas las Whiskas de la zona, que es con lo que aquí alimentamos a nuestras arañas gigantes».

El temor principal es claro: «Si los gatos se acaban a toda la fauna endémica, seguramente seguiremos nosotros. ¡Esta es una emergencia nacional! ¡Los australianos no seremos alimento de gatos, no señor!”.

Las medidas presentadas ante el parlamento australiano incluyen la deportación de millones de gatos del país rumbo a China, donde esperan que los lugareños “se encarguen de ellos”, lo que sea que eso signifique. «¡Exilio para los gatos o muerte!», exclamó el primer ministro.

Dado que el papeleo para deportar gato por gato hará que la operación antigatuna dure años, por lo pronto han adquirido unos cientos de ejemplares de grillos mutantes de Corea del Norte, que esperan que puedan exterminar a algunos de los felinos. «Y después compraremos sapos gigantes para acabar con los grillos», finalizó.

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