Un microbusero, nueva promesa del NASCAR

El que uno de los ejecutivos de NASCAR no pudiera usar su carro, y tuviera que tomar el pesero, se convirtió en un milagro para esta popular actividad, pues el chofer que conducía la unidad en que este hombre subió, demostró tener las capacidades que se habían estado buscando.

«Prácticamente desde el primer momento en que me subí», mencionó el hombre, con una admiración enorme, «el chofer me asombró. Es realmente increíble ver cómo un microbús en un estado realmente lamentable, pueda levantar las velocidades que logró. Es un verdadero prodigio del volante. Y por si fuera poco, puede tomar curvas que hubieran hecho volcar a cualquiera de mis pilotos. Simplemente no me pude resistir y le propuse que trabajara con nosotros en ese preciso momento».

Austreberto Turrubiates, el conductor de la unidad, aceptó de inmediato la oferta, pues como él mismo dijo, ya está acostumbrado participar en carreras, pues tiene que ganarles el pasaje a los demás a como dé lugar.

Su única condición fue que se le permitiera competir en su mismo microbús, algo a lo que la gente de NASCAR no puso peros.

"Apúrale, amor. Ya merito los vas a arrebasar".
«Apúrale, amor. Ya merito los vas a arrebasar».

«Pos ora sí que se trata de cómo puede uno compenetrarse con su vehículo, ¿no?», comentó Austreberto. «Ya que uno lo logra, pos se hace todo refácil. Mi tío Arquímedes fue el que me dio a trabajar mi primer microbús hace poquito tiempo. Tenía yo como 15 años y pos como que todavía me la llevaba rélax, corriendo namás a 100, 120 kilómetros. Ahora tengo 35 y ya me animo a meterle toda la pata para ir pos ora sí que rápidito, ¿no? Como debe de ser».

Hasta ahora, el microbús de NASCAR ha sido todo un éxito. De hecho, hay planes para adaptarlo a competencias en Fórmula Uno.

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