Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos, ha asegurado que desde el primer día de su mandado comenzará a cumplir sus promesas de campaña, que para un amplio sector de la población norteamericana representan más bien amenazas.
Por lo pronto, en su primer año promete sacar al país del Tratado de Libre Comercio que tiene con México y Canadá, así como deportar a millones de mexicanos indocumentados y comenzar la construcción del muro fronterizo que, afirma, tendrá que pagar el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Para asegurar que México pague el muro, Trump pretende congelar o tasar las remesas enviadas desde Estados Unidos. Sin embargo, se encuentra ante una paradoja, pues si deporta a los indocumentados, las remesas serían mínimas.
Ante esta contrariedad, Trump ha echado a andar su plan B, que consiste en demandar a México ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por los derechos del nombre de “México” a fin de cobrar regalías.
“Donald Trump es un genio diabólico”, declaró en entrevista Conan Watifor, doctor en derecho. “Desde el inició de su campaña notó que no estaba registrado el nombre de México y procedió a asegurar todos los derechos a nivel internacional”.
El doctor Watifor dijo que el único país donde faltaba registrar el nombre era, precisamente, México, pero que ese trámite fue completado apenas la semana pasada, dato que confirmo el licenciado Filemón Gutiérrez, quien atiende una de las ventanillas del Instituto Nacional del Derecho de Autor. Gutiérrez primero le dijo al enviado de Trump que ese trámite no se podía hacer, pero tras un billete de 500 pesos fue posible. En el IMPI accedieron a registrarlo como marca por una «cooperación pa’l chesco» de 850 pesos.
Si la corte falla en contra de México, el gobierno ya planea buscar un nuevo nombre para la nación. Entre las propuestas están Peña Verde, Chayotitlán, San Gorgonio y Surdelafrontera.