Un grupo de musicólogos austriacos se sorprendieron al encontrar recientemente, entre los papeles viejos de una taberna vienesa, una serie de partituras de puño y letra del maestro Ludwig van Beethoven, que al ser analizadas mostraron ser nada menos que reggaetón.
Voll Täuschung (¡salud!), uno de los directores del proyecto,declaró en exclusiva para El Dizque: «Después de 1808, cuando ya su sordera estaba muy avanzada, cayó en una fuerte depresión, al grado de que le dijo a algunos de sus amigos cercanos que, sin oído, la buena música dejaba de tener sentido. Por ello, se refugiaba en tabernas de mala nota, pero hasta ahora descubrimos para qué… Frustrado por no poder volver a oír la música que tanto amaba, se volvió loco y decidió que compondría lo peor que se le pudiera ocurrir al género humano. Las partitutas posiblemente se interpretaron en estos tugurios, pero nunca salieron de los mismos, hasta ahora», señaló.
Los investigadores se encuentran ahora en un dilema difícil de solucionar: «Siendo un trabajo de Beethoven, sería justo compartirlo con la humanidad para que así todos conozcan otra faceta del músico. Pero por otro lado, siendo reggaetón, nuestra obligación como vigilantes de la calidad musical sería la de destruir todas las partituras, quemándolas en leña verde para después arrojar las cenizas a un bote de ácido y enterrarlo en el fondo del oceano«.
Por lo pronto, las partituras están en resguardo del Conservatorio de Viena, en lo que se toma una decisión.