Alberto del Río es uno de los luchadores más completos que ha dado en tiempos recientes la lucha libre mexicana. No es para menos, pues forma parte del linaje conformado por su papá Dos Caras y su tío, el mexicano más internacional del mundo, Mil Máscaras.
Campeón en diversas ocasiones, hoy, su expediente se ve manchado por su primera suspensión en WWE, de la que no se han dado pormenores aún, pero el potosino nos concedió una entrevista donde lo confiesa todo.
— Alberto, buenas tardes, ¿cómo estás?
—Pues suspendido.
El Patrón dijo que en realidad no le importa mucho la suspensión, y que de hecho, tiene sus motivos: “Antes de que se hagan especulaciones absurdas y amarillistas, prefiero ser yo quien diga la verdad, y pues elegí este medio por ser uno de los más confiables”.
Del Río dijo que todo tiene que ver con su relación con la también luchadora, Paige: “Ella es una chica menor que yo, y como buen mexicano, macho varón cabrío y demás cosas que solo los mexicanos podemos ser, me interesa mucho tener bien a mi hembra, tú sabes…”
El luchador potosino confesó que sus encuentros deben ser intensos para mantener viva la llama del amor, porque de que hay amor, lo hay: “Uno como hombre debe estar dispuesto a todo por satisfacer en todos los aspectos a su mujer, ya que si no, seguro lo cambian a uno por otro que lo haga, y pues eso no lo voy a permitir, ni por mí, ni por mi familia ni por los mexicanos”.
— ¿Y eso que tiene que ver con tu suspensión?
— Pues que ahora que me hicieron los exámenes de rutina, en mi organismo salió una cantidad considerable de sildenafil y tadalafilo, porque insisto, un mexicano no tiene pretextos para fallar a su hembra, por lo que hice lo que cualquier otro en mis condiciones haría.
— ¿Y qué harás mientras pasa tu suspensión?
— Pues acabarme las cuatro cajas que me quedan.
Del Río finalizó aclarando que no es porque ya no pueda, “sino para dar más y dejar en alto todo de mí, incluyendo el nombre del Patrón y de todos los mexicanos”.