Implementación exprés del 911 en México: la primera llamada fue de Murillo Karam

Luego de la propuesta del implementar al 911 como número de emergencia en México, la iniciativa se llevó al Congreso de la Unión en cuanto la pronunció en presidente Enrique Peña Nieto, y en un lapso récord de doce minutos por cámara, se determinó que la propuesta tenía sentido y que debía aprobarse.

«Así los policías pasarán más tiempo atendiendo emergencias y no arrestando a estudiantes inocentes», comentó una senadora del PAN. Los módulos de números de emergencias cambiaron sus claves específicas y se unificaron con el 911.

Apenas se había terminado de conectar el último teléfono cuando entró la primera llamada. A continuación la transcripción del enlace telefónico

Una voz ajetreada decía: «¡Ayúdenme! ¡Ayúdenme por favor!»

«¿Cuál es su emergencia?», contestó el operador.

— Necesito a la Marina, al Ejército, al mando único policial.

— Señor, necesito saber cuál es su emergencia.

— ¡Es que usted no comprende! ¡La gente, la gente está por todos lados!

— ¿Cuál es su ubicación?

— Av. Paseo de la Reforma número 211-213, colonia Cuauhtémoc, delegación Cuauhtémoc, Distrito Federal, código postal 06500.

— ¿La Procuraduría General de Justicia?

— Sí, joven, pero apúrese que necesito a la armada a la de ya. La gente se alebresta, las manifestaciones no cesan, el preciso no me deja en paz con que los apacigüe, y yo ya me estoy quedando más cansado por la preocupación…

— ¿Procurador Murillo  Karam?

— ¿Eh? mmmh…

— Dígame, ¿está usted en peligro?

— Eh… Creo que me equivoqué de número.

— ¿Seguro que está usted bien, señor procurador?

— (Fingiendo una voz femenina) Bip, bip, bip, el saldo del Amigo de tu amigo se ha agotado. Favor de hacer una recarga.

El Dizque se dio a la tarea de investigar el origen de la llamada, y el procurador Jesús Murillo Karam respondió que le habían hackeado el teléfono.

Cuando se le preguntó por la similitud de su voz y la de la grabación, mencionó que seguramente alguien había contratado a un imitador de la talla de Gilberto Gless para cometer un acto que reconoció como «una infamia, un orquestado para que se dejaran de atender verdaderas emergencias y así desestabilizar el proyecto de nación»

Un reportero remarcó el número de la llamada registrada por el 911 y el teléfono del procurador empezó a sonar.

Cual Sofía Castro en la presentación de premios, Murillo Karam salió corriendo para evitar a la prensa. 

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