Entrevistamos al contratista ruso responsable del lanzamiento del Satélite Centenario

El satélite mexicano de comunicaciones Centenario se desintegró misteriosa, pero predeciblemente, el sábado pasado, minutos después de su lanzamiento desde el cosmódromo de Baikonur, Kazajistán.

Centenario, que se supone que nos iba a dar un mejor servicio telefónico a México y parte de América Latina, no pudo separarse de la tercera fase del cohete portador Protón-M, e hizo pum.

El proveedor del servicio de lanzamientos fue elegido debido a que el gobierno mexicano prefirió economizar, y como además compró algunos terrenitos, no le sobraba tanto dinero como para acudir a Cabo Cañaveral. La solución fue buscar asesoría con Juan Armando Hinojosa Cantú, contratista de la casa blanca de Angélica Rivera. Hinojosa Cantú les recomendó un colega contratista ruso.

Dicho colega contratista ruso, en un principio, pidió no revelar su identidad, pero una vez acabada nuestra investigación, estúpidamente exigió un pago millonario por no decir todo a la prensa, siendo que “todo” lo investigamos nosotros, y nosotros somos la prensa.

El ex misterioso contratista Yolesvenk Dotodoyvarak, comentó: “Nosotros, como trabajadores de la madre Rusia, siempre vamos a buscar la excelencia y la calidad, y si podemos guardarnos algún dinerito de más, pues qué mejor”.

— ¿Quiere decir que teniendo un buen presupuesto usaron material de baja calidad?

— Pues igual que en el recarpeteo de los baches, se cobra de primera, se trabaja de quinta. Pero como en el espacio no hay baches, se nos hizo fácil.

De acuerdo a Dotodoyvarak, nunca sospecharon que fuera a pasar esto: “Nos dimos cuenta de un par de agujeritos en el cohete, porque dicho sea de paso, era un cohete muy viejo, y donde vimos agujeritos pusimos algunas etiquetas de ‘Putin Presidente’, que, hay que aclarar, se refieren al presidente ruso, no al de ustedes, los mexicanos”.

— ¿Sabe usted el daño que le hicieron a la nación? ¿Entiende el tamaño del problema? ¿¿Lo entiende??

— Se entiende, pero no es para tanto. Afortunadamente no iba ningún ser humano en el asteroide. No se espanten, nadie se murió. La verdad, creíamos que eso de las explosiones satelitales sólo pasaba en las películas y como esto era la vida real pues, lo lanzamos confiados.

— ¿Qué va a pasar ahora?

Lo único que les pedimos es comprensión. Si nada hubiera pasado, estaríamos ahorita en un merecido desfile, pero como pasó, pues somos los malos. Vamos a compensar nuestros errores ofreciendo un descuento para lanzarles el Centenario II

Ya de regreso en México después de tantos días en la madre Rusia, nos encontramos al titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, como siempre, en una cantina de la zona de Azcapotzalco, y le preguntamos si el presidente Peña Nieto ha estado tomando cartas en el asunto.

“¿Pues qué no leen las noticias?”, nos dijo.

— No, señor. Estuvimos en Rusia y allí están prohibidos los memes.

— Está bien. Aquí deberían hacer lo mismo. Debería ser un sexenio de trabajo, y no de pachanga. ¡Salud!

— Salud, señor secretario. Como le preguntaba: ¿El presidente ha estado tomando cartas en el asunto?

El presidente no toma cartas, ni soles ni tecates. Pero aprovechando la gran cantidad de lectores del Dizque.com, quiero pedirles que nos manden latas, llaves, fierros que no les sirvan para comenzar a hacer el nuevo satélite.

— Ya está, señor secretario. ¡Salud!

Salud. ¡Hic!

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