En Semana Santa, la iglesia organiza brigadas para descubrir a los no creyentes

Debido a que los no creyentes no tienen derecho a vacaciones de Semana Santa, El Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Primado de México, dio a conocer una noticia muy importante en su más reciente homilía, y tiene que ver con identificar a los verdaderos creyentes.

“No se trata de una encuesta tipo INEGI o similar, hermanas y hermanos”, dijo el Arzobispo. “Hemos ya formado brigadas de fieles a fin de acudir a los destinos turísticos más importantes del país y hacer diferentes pruebas”.

Rivera Carrera afirmó que la Iglesia Católica “no tolerará más ya; no, ya no, que las personas utilicen los tiempos más importantes de nuestra fe para irse a parrandear y abusar del alcohol en los diferentes destinos turísticos. Vamos a usar todo lo que esté a nuestro alcance para descubrir a los impostores y, con la venia del Gobierno Federal, obligarlos a regresar a sus casas… mejor dicho, a sus labores. Nadie se va a burlar dos veces de nuestro Creador en los días santos, menos esos hijos del averno, malvivientes, fornicadores, adúlteros malparidos… Ahora, dense fraternalmente la mano en señal de paz.”.

Después de la Sagrada Eucaristía, Rivera retomó el flamígero discurso:

“Mandamos imprimir miles de blocks de encuestas que son ya utilizados por las brigadas. Los hermanos brigadistas preguntan varias cosas, como quién creó todo lo que existe y lo que no, cuáles son los Mandamientos, cual es la genealogía de nuestro Señor y por qué al pan, pan, y al vino, vino. Sólo los de verdadera fe permanecerán en agua tranquila, dice el Señor, y aquí aplica igual. Oremos, hermanos”.

Las brigadas están formadas por grupos de jóvenes comandados por una beata con rebozo reglamentario. “Ellos siempre están dispuestos a perder el tiempo en nombre del Señor”, ironizó Rivera Carrera, a quien tuvimos oportunidad de entrevistar brevemente.

— ¿Cómo se trasladan a cada destino turístico, señor don cardenal?

— ¿Recuerda cómo Peña Nieto llenó el Azteca? Tenemos a nuestra disposición los mismos autobuses, que con fe y dedicación, van llegando a sus destinos para destapar a los escribas y fariseos; apocalípticos e integrados.

— ¿Y los recursos económicos?

— Los hermanos brigadistas llevan camisetas para vender. Tenemos muchas que se quedaron de Dios perdona, los Perros no.

¿Y qué tiene de malo pasar los días santos en la playa?

— No es malo, aunque ya ahí todo se convierte en sexo, pudor y lágrimas. El problema es que nadie puede pasar por encima de un libro sagrado que se ha reescrito miles de veces. Recuerda, hijo mío, que es nuestra fe la que nos dicta la realidad.

— No le entendí.

Entonces no tienes fe.

— ¿No considera un abuso esto? Digo: La gente tiene derecho a descansar…

Ya lo dice el viejo y conocido refrán en Salmos 62:5… Reposa solamente en Dios, porque de él es mi esperanza. El solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré.

— Parece canción de Espinoza Paz…

Muy irreverente observación, hijo mío, pero no es mala la idea.

— ¿Y qué va a pasar con la gente no creyente que regresa a sus trabajos, oiga?

— Tenemos propuesto que se les retire su salario de estos días y sea donado en su integridad a la Santa Iglesia.

¿No le pierde?

— Ayúdate, que yo te ayudaré.

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