Descubrimos que los albañiles no son ni albureros ni guarros

En México, el día de la Santa Cruz es también el día de los albañiles, pues los trabajadores de la construcción suelen agradecer erigiendo una cruz en las obras en las que trabajan. Aunque los albañiles no suelen laborar en este día, sí acuden a sus lugares de trabajo para festejar.

El Dizque envió a este reportero para entrevistar a algunos de estos nobles individuos.

“Es un gusto enorme festejar este día, de verdad”, nos dijo el señor Chente Leñadero, maistro de la colonia Mártires de Apatzingán. “Quédese con nosotros y échese un taco”

Accedí a la invitación y me preparé un taco de chicharrón con aguacate.

¿Lo molesto con el chile, maistro? —dije.

Es que me agarra lejos. Pero siéntese, ahorita se lo doy.

— ¿Usted es de la capital?

De Celaya, o sea, celayeno.

— ¿Y usted? —pregunté a un peón llamado Jacinto

— Yo soy de Tula, o sea, tuleño.

— ¿Y siempre comienzan a trabajar temprano?

— ¿Cómo dice?

— Que si siempre comienzan a trabajar temprano.

Me pone usté a pensar… Sí, como a las siete.

El señor Leñadero reveló que es un mito que los albañiles sean guarros y albureros: “Eso dicen los envidiosos. Nosotros semos gente humilde, pero bien portada y muy trabajadora. Si hay quien tiene un mal concepto en su cabeza, su motivo tendrá”.

— ¿Está orgulloso de esta industria, de ser un miembro de ella?

Más quedito, por favor.

— Que si está orgulloso de su trabajo.

— Por supuesto. Claro que no es algo fácil, algo de “Anita, siéntate en la hamaca” y todo eso, pero es buen trabajo. Lo que pasa es muchos quieren meter tela y sacar listón, pero así no es.

Me despedí de los bien portados albañiles, convencido de que son todos unos caballeros incomprendidos.

 

Albañiles 2

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